Fuente de la imagen: https://revistagimnasia.com/
La Galería Imaginaria fue uno de los acontecimientos en las
artes plásticas guatemaltecas más relevantes de los últimos años. Sin embargo,
hay un gran contraste entre su importancia y el interés crítico actual, pues
quedan pocos registros y apreciaciones sobre su aparición y su trayectoria.
En palabras de Isabel Ruiz, el espacio fue una reacción ante
la censura impuesta por las galerías de la ciudad, que preferían un arte
complaciente y por tanto, inconsciente respecto de la situación política que en
ese momento vivía el país. La Galería Imaginaria fue fundada en Antigua
Guatemala por Moisés Barrios y Luis González Palma en 1987, justo en el momento
de la transición a la democracia, con el gobierno de Vinicio Cerezo. Recién
había finalizado la parte más cruel e inhumana de la Guerra Interna de
Guatemala.
Moisés Barrios. Fuente de la imagen: http://www.literaturaguatemalteca.org/
La inauguración de la galería en Antigua Guatemala también
representó una ruptura: una manifestación en contra del centralismo del mercado
del arte y en contra de las galerías existentes en la ciudad. Al principio, la
galería funcionó en el local de un restaurante de carne asada. Inmediatamente
después se sumaron al grupo Isabel Ruiz, Erwin Guillermo, Pablo Zwezey y Daniel
Chauché.
La Galería Imaginaria no solo cumplía con el objetivo de
ofrecer piezas de calidad al mercado del arte, a nivel nacional y luego
internacional, sino que fue un punto de diálogo y encuentro para el panorama
intelectual y artístico guatemalteco. Representó una búsqueda a nivel técnico,
por la exhibición de obras de arte de calidad, contestatarias, que rompieran
con los estándares artísticos tradicionales. Muchos de los artistas del grupo
son hoy mencionados como referentes del arte guatemalteco actual.
El siguiente documental explica la trayectoria y relevancia
de la Galería Imaginaria para el arte guatemalteco contemporáneo.
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