El escritor guatemalteco Eduardo Halfon recrea en este libro
los últimos días de vida del pintor Carlos Valenti, quien se suicidó, como ya
hemos dicho, en París, a principios del siglo XX. El libro está
estructurado en catorce fragmentos que recorren diferentes matices de la vida
del pintor. Cada fragmento corresponde, a su vez, a un narrador diferente y a un
cuadro diferente del artista. Además de la narración, la edición incluye la
reproducción de estos cuadros que terminan reconstruyendo cada uno de los
últimos momentos de su vida.
Halfon utiliza el título del cuadro Esto no es una pipa, del pintor
surrealista René Magritte, quien también aparece como un
personaje joven, amigo de Valenti. Su narración es la última del libro, y
describe cómo Magritte se apropia de una pipa que Valenti dejó tras suicidarse.
Pipa que, a su vez, perteneció a un pintor muy admirado por ambos. El libro
juega con la posibilidad de que la pipa del cuadro de Magritte sea la misma
pipa de Valenti, y la misma de Vincent van Gogh.
En todas las narraciones hay una característica peculiar del
carácter de Carlos que logra ser captada. Entre otros narradores, aparece
Carlos Mérida, en boca de quien Halfon pone la siguiente
declaración:
“Dígame una cosa, Mérida, su amigo, ¿por lo
menos era un buen pintor? Y hoy, tantos años más tarde, mi respuesta mantiene
aún toda su validez. Carlos Valenti, contesté, es el más grande pintor de
Guatemala”.
Esto no es una pipa. Eduardo Halfon.
También es admirable la recreación que el autor realiza a través
de la ficción histórica del ambiente cultural de Guatemala y de París de
principios de siglo. Describe por ejemplo las amistades de Valenti con Rafael
Yela Günther, Rafael Arévalo Martínez y Carlos Wyld Ospina. En París, Halfon
logra retratar ese ambiente cultural e parisino de principios de siglo, sus
cafés, frecuentados por los protagonistas del panorama artístico del momento: Pablo
Picasso, Piet Mondrian, Diego Rivera, Claude Debussy. Recrea también la
personalidad introvertida de Valenti, un tipo al que describe como tímido,
ensimismado y sobrio.
El libro es el segundo del autor y sin duda, se trata de un
texto memorable y muy recomendable para profundizar en la vida de este atormentado
artista de principios de siglo. Junto con Esto
no es una pipa, Halfon publicó un texto breve titulado Saturno. En él, Halfon recrea de forma ficticia y personal la carta
que en su momento Kafka le escribió a su padre. A su vez, el texto realiza un conjunto
de reflexiones en torno al suicidio y al arte.
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