domingo, 27 de enero de 2013
Enseñar como forma de arte
Abro con esta cita de John Steinbeck porque me parece que apunta al centro de lo que nos dedicamos a enseñar o a colaborar con quienes lo hacen deberíamos tener esta idea al centro de nuestro día a día.
Dice literalmente lo siguiente:
He llegado a creer que un gran maestro es un gran artista y que hay tan pocos de ellos como pocos buenos artistas. Enseñar quizá sea el más grande de los artes que existen, pues su medio son la mente y el espíritu humano.
Como buen arte hay dos partes de la tarea: la técnica y el espíritu que infundimos a la obra. Este último depende mucho de nosotros y consiste en las ideas con las que nos dirigimos a quienes confían en nosotros para aprender de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto. La técnica es quizá tan difícil porque al tratar con humanos no sabemos nunca cómo se despierta el alumno, de qué humor esta y cual es su circunstancia como para estar dispuesto a escucharnos.
La práctica y la repetición hacen al maestro, dicen por ahí, pero también se trata del empeño durante esas repeticiones. ¿Qué buscamos hacer con las mentes de los niños? ¿Estimular a que las usen por cuenta propia o que repitan lo que nosotros decimos?
Llevemos la idea de Steinbeck a cada uno de nuestros salones.
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